Mi Hija nunca pensó que mi Esposo hiciera Esto.
Me acerqué a Mi Esposo despacio, disfrutando del leve eco de mis pasos sobre el suelo. Mi Marido al verme se sobresaltó, y yo no pude evitar sonreír ante su sorpresa. Se había perdido en un mundo de recuerdos, sentado en el sofá, con las piernas cómodamente alzadas sobre la mesa de centro, y el álbum de fotos en sus manos.