El SOBRINO de mi ESPOSO entro a mi cuarto de noche.
Mientras observaba las piezas, moviendo la cabeza de un lado a otro, sumida en la estrategia del juego, levanté la vista y me encontré con algo que me sorprendió: los ojos del sobrino de mi Esposo no estaban en el tablero. Estaban en mí, en lo que la naturaleza con cierta generosidad, me había dado.